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El retablo de Valle-Inclán

Ana Zamora, Alfredo Santol y Salva Bolta han sido los encargados de dirigir tres de las obras del conocido retablo de “Avaricia, Lujuria y Muerte”. Dichas obras son: Ligazón, La cabeza del Bautista y La rosa de papel.

Estas obras situadas en la tradición de la sátira, tratan de forma humorística temas transcendentes desde un punto de vista extraño y encierran un ataque general cruel contra toda una concepción del mundo.

La primera obra representada es la de “Ligazón”, en ésta la directora se ciñe bastante al texto de Valle. Nos presenta la ligazón de sangre que marcará la rebeldía de una hija a la que se quiere entregar por dinero. Su corazón pertenece a otro hombre, pero este amor entrará en conflicto con la madre de la joven. La puesta en escena de esta representación es bastante sencilla con un “lago” en el medio del escenario y unas cortinas en el fondo. Los decorados no me llaman excesivamente la atención, por el contrario hay que admitir que el juego de luces es sin duda todo un espectáculo brillante.

“La cabeza del Bautista” es la segunda obra escenificada. Comienza con una actuación musical bastante cómica. Es precisamente la música un elemento destacado en todo el espectáculo. La trama está ambientada en la España de los años sesenta. El amor y el dinero son los hilos conductores de una obra genial llena de contrastes, de la alegría inicial, al final trágico con la muerte de uno de los protagonistas. El decorado es totalmente opuesto a la anterior, en ésta aparecen más elementos aunque sigue sin estar excesivamente recargado. La considero bastante amena, más entretenida que cualquiera de las otras dos.

La última es “La rosa de papel”, una obra en la que su autor arremete contra el mundo en el que le tocó vivir. Todo gira alrededor de Simeón Julepe, un borracho empedernido que solo se preocupa de sí mismo. La mujer de éste fallece dejando una cuantiosa herencia escondida, lo que pone de manifiesto otra vez el tema económico. Me parece que de las tres obras, ésta es la más cercana al esperpento. Sin duda es la más polémica, puesto que está cargada de un alto contenido sexual nada convencional, la necrofilia está presente entre Simeón y su difunta esposa. El decorado está ambientado en la habitación de la difunta, la iluminación sin ser decisiva como en la primera obra si que juega un papel relativamente importante.

Para concluir quiero incidir en tres aspectos presentes en las tres obras, el dinero, el amor y la muerte. Además, lo que intentó Valle fue mostrar lo peor del ser humano, el lado más animal de las personas.

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